Se empieza por ser quien eres. Por ser honesto contigo mismo
y aceptar lo que eres, lo que sientes, lo que piensas.
Se empieza con una sonrisa, con un “Buenos Días”, con un
café, una inhalación seguida de una exhalación. Se empieza con un parpadeo; se
empieza cuando uno cree que todo ha terminado.
Se empieza aceptando que lo hecho echo está. Se empieza con
un “lo lograré”.
A veces, se empieza con un “Adiós”; otras veces, con una
mirada. Se puede empezar con el simple deseo de hacerlo.
Se puede comenzar también, aceptando lo que has vivido,
enfrentando y asumiendo tus miedos, viviendo y respirando el presente,
anhelando la llegada del futuro, respetando y recordando el pasado.
Podemos comenzar con una decisión. Sea buena o mala, por
algo se ha de empezar. Podemos continuar con los motivos, con las esperanzas,
con los sueños. También hemos de seguir con nuestras penas y males. Nuestros
pros y nuestros contras, trabajando juntos para comenzar con el viaje de
nuestras vidas.