Y las grietas pueden ser pequeñas o profundas, pero a través de esas grietas se ve el mundo real.
Y si además de ser de porcelana, creen con un fervor ciego en la bondad del mundo.
Y si unos son más ingenuos que otros.
Y son esos mismos los que se llaman soñadores, idealistas y optimistas.
Y si con ese idealismo terminan rodeados de sus propios trozos luego de lanzarse al vacío por un sentimiento fugaz.
Y si yo soy de porcelana. Y si creí y sentí con todo mi corazón.
Y si fue la inmensidad del sentimiento lo que me rompió. O si fue la indiferencia de quien lo provocó.
Y si creo poder avanzar sin tropezar con su recuerdo. Y si cada vez que lo hago todo se desploma.
Y si prefiero arrastrarme a aquel momento antes que volar al paraíso.
Y si soy de porcelana y ya estoy destrozada en el vacío.
Y si esto no es más que un sueño, y este dolor ponzoñoso no es producto de ninguna realidad.
Y si llega algo, alguien dispuesto a esperar mi reconstrucción.
Y si yo no quiero la compañía de nadie más que quien me destruyó.
Y si esto era todo lo que necesitaba.
Abrir mi corazón y clavarle un puñal de sinceridad.
Cortarme con los trozos de porcelana que están esparcidos y callar un rato.
Y todo esto para qué.
No para mirar atrás. No para esperar un futuro. No para llorar. No para ser feliz.
Y todo esto para respirar. Para poder oír y ver y sentir.
Y si eso es todo lo que necesito.
Y si no es porcelana lo que somos ya que al fin y al cabo aquí estamos todos.
Y quizás lleguemos a ser porcelana algún día. O quizás lo fuimos en algún momento.