Tormento

Estaba al borde del colapso nervioso por culpa de ese estúpido sentimiento que llevaba siguiéndola más tiempo del que creía que podía soportar.
Cerró los ojos y se concentró en lo rápido que iba su ritmo cardíaco.

Y se preguntó los motivos de aquella sensación, que era entre angustia y malestar.
Que la sentía como si nada encajara, como si las piezas de ese rompecabezas estuvieran moviéndose por sí mismas.

Abrió los ojos y no vio nada. No un vacío páramo en medio del desierto, no una solitaria carretera, no una habitación cerrada. 
Sólo veía un blanco opaco y sentía una dolorosa opresión hirviéndole en el pecho.

Sentía cada músculo de su cuerpo tensado, y listo para actuar. 
Pero ahí no había nada. Y la conciencia de eso hizo que un grito de pánico naciera en el fondo de su garganta.

Sin embargo, no gritó. Se sentó en el seco suelo blanco sobre el que estaba y cerró los ojos de nuevo.
Contó hasta diez, mil y un millón. 

E incluso luego de eso seguía sintiendo la incómoda sensación. 
Sin saber qué hacer, se puso en pie y comenzó a caminar.

Y tras horas y horas del mismo blanco opaco, comenzó a preguntarse si en realidad se estaría moviendo realmente, o si había desperdiciado las últimas horas de su vida creyendo que iba hacia algún lugar sin hacerlo realmente. 
En ese momento deseó, aún con la dolorosa conciencia del sentimiento que cargaba dentro, poder dejar alguna huella de manera que pueda calcular la distancia recorrida.

Y lo sintió. Como el filo rasgando la piel.
Miró al suelo y vio que sus pies descalzos dejaban una graciosa huella color naranja. 

A partir de ese momento el incómodo sentimiento comenzó a ser más sutil, reemplazado por un frío corte que sentía que la atravesaba cada cierto rato, mientras las huellas que sus pies dejaban pasaban de naranjo a verde, amarillo, azul y rojo. 

Y ya sin la sensación agobiante de antes, se sentó a descansar luego de lo que le parecieron días caminando. 

Deseó que el cielo estuviera estrellado, y que una cálida brisa viniera a reconfortarla.
Pensó en los trozos de su corazón sanando, en las heridas del mundo cicatrizando.
Y sin dejar de sentir cierto cosquilleo de lo que en un principio sintió, se quedó dormida justo cuando el blanco opaco al que ya se había acostumbrado a observar tomaba un color oscuro, y se veía en él la primera estrella. 

Night Sky

Cierra los ojos y salta.
Por si caes, por si vuelas.

Acaso tus ocultas alas cobran vida y deciden llevarte al paraíso.
Acaso el amor de tu vida aparece para atraparte.
O por si el respiro de tu canción favorita envía una brisa capaz de llevarte a las nubes.

Por si el sol te ciega con su majestuosidad y decide mostrarte otro universo.
Y que tus miedos queden plantados en el suelo que acabas de dejar.

Cierra los ojos y salta.
O no los cierres jamás.
Sin dejar nunca morir nada entre parpadeos. 

Y salta.

Observa cómo en vez de caer, te elevas.
Y sin cerrar los ojos mira cómo el mundo queda a tus pies.

No pestañees esta vez para apreciar el universo que te rodea.
Y cuando no puedas más, cierra los ojos.
Queda a la deriva en la inmensidad de aquella dimensión.

Y conserva ese sentimiento.
Aquel que sentiste al no cerrar los ojos...
Y saltar.

Miserable Ilusión

Es casi como una caricia.

Un respiro.

El sol y una sonrisa reflejados.

Pero no es más que una miserable ilusión.

Y con el alba todo morirá, como todo lo hace en algún momento.

No quiero que aquello muera.

Aunque sea una burbuja.

Aunque el mundo esté de cabeza.

Aunque todo se vea borroso.

Aunque lo olvide todo luego.

Aunque el amor recibido no sea más que producto de una necesidad.

Aunque no sea más que la miserable ilusión.

Porque yo no quiero más realidad.

No quiero más Silencio.

No quiero más precipicios.

No quiero más insomnios.

Quiero dormir eternamente.

O existir en esta ilusión.

Refugiarme como lo hace mucha gente, ocupando veneno como solución.

Olvidar lo que soy y lo que tengo que ser.

Elevarme un rato por sobre todo, y observar simplemente.

Observar y reír.

Vivir eternamente en ese espacio-tiempo en donde nadie es quien dice ser y en donde nada es lo que fue. 

Y ojalá fuera todo real. Tan real como lo puede llegar a ser la vida.

Tan real como para que no fuera necesario ningún veneno.

Tan real como lo llegan a ser las personas dentro de él.

(...)

Vacío por todas partes.

Viviendo en parpadeos.

El tiempo corre y ella no hace esfuerzos ni para saludarlo.

Pero ¿Qué ocurrió? Si hace tan sólo un respiro estaba amaneciendo.

¿En qué lugar se escondieron las últimas 24 horas?

¿En qué lugar estuvo dormida?

Ya es de noche y no recuerda nada. Un poco de lo que una vez fue, y un soplo de lo que quiso ser.

Viviendo en recuerdos de cosas autómatas; viéndolo todo pasar como en una película y sin poder cambiar el diálogo.

¿Cuándo será que despierte?

When you open up your eyes

Hoy quiero irme de aquí.

Pero, de dónde quiero partir?

Tomar mis cosas e irme.

Comenzar a caminar y olvidar un rato todo.

Quién soy, y como me llamo.

Los buenos y los malos ratos.

A todos los que he conocido.

E incluso, y sobretodo, a mí misma.

Pero sólo pido un rato.

Un pequeño momento para olvidarme de mí.

Para olvidar lo que siento y lo que pienso.

Para olvidarme del resto.

Para dejar atrás rencores y penas.

Y para encontrarme... quizás?

Para recordar las cosas que me hacían querer quedarme.

Y también las cosas que hacían querer irme.

Para volver al camino... o dejarlo definitivamente? 

Cosas Mágicas

Me encuentro buscándote, pensándote y finalmente escribiéndote.

Llenando de escritos por todas partes para quitarme las ganas de hablar contigo. 

Un Oso Rosado

Es como una herida que jamás cicatrizará. La sangre sigue fluyendo cada día, cada minuto.

Cada momento en el que estoy respirando siento dentro esta agonía. 

Terrible, pero hermosa quizá.

Insoportable, sí. 

Quizás sea algo con lo que tenga que vivir mucho tiempo más; y sabiendo qué es lo que hace nacer esto, prefiero que así sea.

Pero es terrible. Encontrarse a media noche y no poder escapar del sentimiento. 

Llegar muy lejos o caer muy bajo. Y todo por la misma causa. 

Un sábado por la noche, o en la semana a media tarde. Todo. Absolutamente todo para escapar.

Es lindo, pero sentirlo cada segundo es angustiante. Es un sentimiento difícil de llevar, igual que todos supongo. 

~

Me hubiera gustado quedarme así un ratito más. Simplemente estar. Hablar un poco y olvidarme de todo.

Es bonito, y pacífico de una forma personal.

A veces pareciera que el tiempo corre a propósito sólo para hacer esos momentos más pequeños.

[...]

Supongo que así debe ser, no lo sé muy bien. 

Ti-ti-titilar.

Quería escribirte. A ti simplemente, directamente.

Decirte todo lo que no puedo y no podré decirte a la cara sin terminar mostrándote lo peor de mi. 

Y te extraño... Dios, cómo te extraño. Y es la primera vez que lo digo, la primera vez que realmente lo asumo. Extraño tanto... aquellas conversaciones simples e inocentes, aquellos abrazos y 'te quiero' genuinos. Y no voy a preguntarme por qué aquellas cosas ya no están. 

Simplemente quiero decir que sí las extraño, siento la falta que me hacen, y lo mucho que me completaba todo eso.

Pero no lo sé... Ahora tu simple presencia me daña de una manera que aún no logro comprender, algo dentro de mí dice "no es él, aléjate.", y me confunde, pues te miro, te abrazo y siento a la misma persona que eras hace 3 años... pero no lo eres, sé que no lo eres por lo que dices, por lo que haces y por cómo actúas.

Y supongo que está bien, todo es un constante cambio, no? Yo tampoco soy la misma, lo entiendo.. Pero de todas formas, hay mucho de mi que sigue aquí, hay mucho que aún quiero compartir contigo, que quiero confiarte. Y me frustra pensar en lo poco que queda de quien solías ser, me cuesta creer que realmente estés contradiciendo todo lo que una vez me dijiste. No como promesas hacia mí, sino que hacia ti. Estás rompiendo tus propias promesas, tus propios ideales... algo que jamás hubiera imaginado luego de escucharte en esos tiempos.

No te quiero sacar nada en cara, no te estoy culpando tampoco. Y supongo que soy yo la que debe pedir perdón... Supongo que algo más pude haber hecho para ayudarte.

Y sigo sin saber qué pasó realmente.. No diré que fue repentino, pero tampoco fue algo que esperaba.

Y que ahora me encuentre escribiendote me deja perpleja. Porque.. bueno en realidad jamás creí que realmente llegaría a extrañarte. Y menos después de todo lo que has hecho, de lo que tu y yo hemos vivido luego de dejar de hablar... Porque supongo que eso fue lo que hicimos simplemente; dejar de hablar. 

Y ahora me pregunto si a ti te causó algo todo eso... Pero tampoco quiero saber esa respuesta. 

No lo sé, quizás sólo estoy divagando. No estoy segura de casi nada de lo que he pensado este último tiempo, y menos de las cosas que he sentido.

Pero sí estoy segura de extrañarte. Y quizás también a la persona que yo logré ser gracias a ti. 

Te quiero, te extraño, y espero que siendo como eres aún logres recordarme. 

Música, noche, frío.

Es una bonita sensación...

Aunque no sabría cómo describirla.

Estoy tranquila simplemente.

Pero no es esa tranquilidad de cuando todo va como esperas o que simplemente no pasa nada malo.

Es una tranquilidad activa.

Ahora quiero hacer muchas cosas, y las haré; y no me frustro por no poder hacerlas ahora.

Eso es lo que cambió.

Estoy más dispuesta a comenzar a hacer las cosas que he dicho que haría, en vez de quejarme por la imposibilidad de hacerlas.

La verdad es que no tengo nada que concluir, más que sí hay ciertas cosas posibles, como hacer lo que debes y lo que quieres y no frustrarte por eso.

Y bueno, no he pensado mucho en este respecto, pero creo que está bien compartir algo bonito de repente.

Y quizás lograr algún pensamiento en alguien.

En cualquier persona.

Tan sólo en una.

pd:quieroaprenderaescribirbonito:(

Keep your hopes up high

Tengo ganas de escuchar a alguien. De salir un rato y perderme en las palabras. 

De ver una película o de hacer un viaje. De ver un amanecer y escuchar mis canciones favoritas.

Ganas de aprender y de conocer. A veces de huir, y a veces de quedarme con lo mío.

A veces tengo ganas de que me escuchen. Tengo ganas de entrar en mi libro favorito y vivir su historia. 

Ganas de volar, o de viajar por el tiempo. Ganas de cantar bonito, ganas de poder bailar siempre que quiera. 

Ganas de lograr representar lo que siento en tan sólo un dibujo, en una canción o en una historia.

Tengo ganas de que sea primavera. Pero también tengo ganas de que el otoño dure un poquito más.

Quiero hacer muchas cosas. Y puede que todas sean imposibles, o puede que no.

En realidad eso no es relevante. Pues al fin y al cabo, son cosas que deseo, cosas que espero, y cosas por las que hago un esfuerzo en conseguir.

Y no sé, es lindo pensar en algunas de esas cosas de vez en cuando. Es bonito pensar que aún tengo muchas cosas por hacer.

Tres sueños y una nueva estrella

Les presento a Emma. 

ps.

De todas maneras, hoy fue un lindo día. 

Uno de esos en los que te das cuenta de que a pesar de todo, la vida tiene algo bello. 

Uno de esos días en los que te das cuenta de que la incesante lucha, las peleas y malos ratos, las caídas y lecciones, las insoportables cosas del día a día que hay que vivir... te das cuenta de que todo eso es por algo. 

Y que ese algo, vale la pena. 

mh.

La verdad es que no sé qué tan preparada me siento para afrontar un nuevo otoño o invierno.

Y sé que ya todo pasó, que los malos momentos que el frío me recuerda son de años anteriores y no de este.

Pero me aterra. Me angustia pensar en eso. Y es algo inevitable... Pues al fin y al cabo es algo que siento... Algo que quedó ahí... y que en realidad no sé si desaparezca o no.

Y no me quejo.. pero es cierto que en días como hoy busco cualquier distracción, cualquier cosa para escapar de lo que siento y evitar pensar en esas cosas.


. . .

Ahora viéndolo de una mejor forma, quizás este año sea un buen momento para reconciliarme con el frío. Y eso es algo que me deja tranquila y feliz.

... I'm gonna try

Me sorprende... me fascina pensar en eso.

Y en realidad no sé qué pensar, no sé qué decir... no lo conozco... No sé nada sobre él. Es un simple rostro visto varias veces, un rostro que no brilla, pero que me consume. Un rostro tan indiferente y ... tranquilo. Y es alguien que va y viene simplemente, un par de saludos y despedidas nada más. Sin poder conocerlo... 

Y me gustaría hacerlo, me gustaría conocer su vida y ver lo que espera de ella.

Pero por ahora sigo estancada, perdida entre la timidez y la indecisión. Sin tener el coraje a hablarle siquiera, sin atreverme a contarle. 

Y creo que podría escribir un poco de mi curiosidad hacia él, hacia su seriedad e indiferencia. De lo mucho que me fascina simplemente encontrarlo en la puerta, o en la calle. De lo mucho que quiero conocerlo y del miedo que tengo a no hacerlo, a no tener una oportunidad.

Me gustaría poder explicar de alguna forma mi interés hacia él. Quizás sea una persona simpática, quizás espera de su vida algo parecido a lo que yo espero de la mía... Quizás en algo nos parecemos y es por eso por lo que me llama tanto la atención. Quizás pueda enseñarme algo... Quizás pueda distraerme de todo, quizás él tenga la solución que estoy buscando. Pero.. cómo saberlo?

Y ahora es cuando más odio tengo hacia mi introversión y timidez... Pues no quiero perder la oportunidad de conocer a alguien tan curioso...tan indescifrable. No quiero tener que quedarme con la duda sobre su existencia o su simple presencia... Necesito encontrar alguna respuesta, alguna solución. Y no quiero perder la oportunidad de tener un rescate.

No puedo permitirme eso otra vez.

Would you let me see beneath your beautiful?
Would you let me see beneath your perfect? 

Trying to figure out who we are.

Una sonrisa boba y una cancioncilla asomándose por los labios.
Perdida en las nubes de mi propio mundo.
Hace tiempo que no sentía tanta paz conmigo misma.
Como si de repente todo valiera la pena. 

Un poco más ligera de pasos e incluso llegando a sonreír a desconocidos.
Reír simplemente por el placer de escuchar mi risa, tanto tiempo oculta.
Me gusta el camino por el que van las cosas, aunque en realidad no sepa por dónde voy. Me gusta el camino que he recorrido, ya sin ningún arrepentimiento, ni pena, ni culpa. Mucho menos rencor.

Siempre con la intriga de que todo cambie de repente. Pero sin dejar que eso me limite.
Han sido buenos días, y puedo dar millones o simplemente una única razón de porqué encuentro que lo han sido; pero aquella preciada razón la guardaré tan sólo para mí.

No todos los días me dejo querer ; pero si me dejo querer, quiéreme mucho.