Un respiro.
El sol y una sonrisa reflejados.
Pero no es más que una miserable ilusión.
Y con el alba todo morirá, como todo lo hace en algún momento.
No quiero que aquello muera.
Aunque sea una burbuja.
Aunque el mundo esté de cabeza.
Aunque todo se vea borroso.
Aunque lo olvide todo luego.
Aunque el amor recibido no sea más que producto de una necesidad.
Aunque no sea más que la miserable ilusión.
Porque yo no quiero más realidad.
No quiero más Silencio.
No quiero más precipicios.
No quiero más insomnios.
Quiero dormir eternamente.
O existir en esta ilusión.
Refugiarme como lo hace mucha gente, ocupando veneno como solución.
Olvidar lo que soy y lo que tengo que ser.
Elevarme un rato por sobre todo, y observar simplemente.
Observar y reír.
Vivir eternamente en ese espacio-tiempo en donde nadie es quien dice ser y en donde nada es lo que fue.
Y ojalá fuera todo real. Tan real como lo puede llegar a ser la vida.
Tan real como para que no fuera necesario ningún veneno.
Tan real como lo llegan a ser las personas dentro de él.